Los pies suponen una localización de frecuentes patologías presentes y futuras. Dichas patologías se localizan sobre ellos mismos y sobre otras articulaciones como pueden ser los tobillos y las rodillas.
Dicho lo anterior podemos agrupar los problemas de la siguiente manera:
- Esguinces de tobillo de cualquier grado y localización. Patología que nosotros tratamos sin inmovilización y cuyos resultados suponen una rápida y efectiva recuperación, evitando al máximo las secuelas tan frecuentes.
- Lesiones articulares u óseas traumáticas, evitando casi siempre la cirugía y minimizando al máximo la inmovilización
- Incorrecto apoyo plantar y sobre todo incorrecta alineación de tobillos en la infancia. Ejemplos de problemas de apoyo son, aparte de los comunes pies planos y pies cavos, el apoyo varo y valgo, con rotación interna o externa. El apoyo hay que relacionarlo con el alineamiento de tibias y rodillas para hacer una correcta valoración del tratamiento a seguir, campo que se escapa de la podología, pues hay que relacionarlo con el resto de articulaciones, rodillas y cadera para su correcto tratamiento.
La edad ideal para valorar el apoyo en los niños es al poco de que empiecen a andar, incluso antes de los 2 años, debido a que cuanto antes se tomen medidas más fácilmente se corregirá. Un defecto a los 3 años es mucho más fácil de corregir que a los 5 años, a los 7 o a los 10.
- Problemas que aparecen acabado el crecimiento y que hay que compensar. Ya no hablamos de corregirlos literalmente como en la infancia, pero que es igualmente importante para evitar problemas plantares como fascitis, espolones, hallux valgus, dedos en garra, artrosis de tobillo y de rodillas. Afectaciones de importante repercusión debido a que gran parte de las artrosis de rodilla se originan a causa de un incorrecto apoyo de pies y tobillo.
- Lesiones ya establecidas con dolor articular, plantar, dolor de los dedos, talones y tobillos.
¿Cómo se realiza el diagnóstico?
Lo primero que realizamos es una valoración con radiología digital computarizada, además de estudios biomecánicos computarizados (sistema Biofoot), ecografía y la propia experiencia de más de 30 años de interpretación y valoración de todas las pruebas de cara al tratamiento adecuado tanto presente como futuro, local y referido a otras articulaciones, con todos los medios disponibles para ello.