Los tendones son bandas de tejido conectivo muy fuerte que unen los músculos con los huesos, transmiten la fuerza producida por los músculos y ayudan a realizar movimientos articulares. Por lo tanto, la tendinitis es la inflamación de un tendón, provocando dolor y molestias en la zona afectada, llevando incluso a la incapacidad de mover la articulación en los casos más graves, como es el «hombro congelado» por ejemplo.
Síntomas:
- Hinchazón.
- Dolor.
- Debilidad muscular.
- Rigidez y movilidad restringida en la articulación afectada.
- La piel sobre el área afectada puede sentirse caliente al tacto.
Los sitios que son propensos a la tendinitis incluyen el hombro, la muñeca, la rodilla, el tobillo y el talón. Los síntomas de la tendinitis pueden ser similares a los de otras afecciones, como la artritis, por lo que es importante consultar a un médico si los síntomas no mejoran a pesar del cuidado en el hogar.
Existen tendinitis características que son la forma de presentación mas frecuente, estas son el codo de tenista o epicondilitis lateral (inflamación de los tendones extensores de la muñeca en el epicondilo lateral), el codo de golfista o epicondilitis medial (inflamación de los tendones flexores de la muñeca), el hombro de nadador o tendinitis del manguito de los rotadores (inflamación de los tendones encargados de la rotación del hombro que se insertan en la cabeza del humero), la tendinitis del tendón rotuliano y la tendinitis del tendón de aquiles.
Causas:
- Uso excesivo de los tendones por acciones repetitivas.
- Depósito de calcio a lo largo del tendón en el sitio de inserción.
- Cualquier actividad deportiva que requiera muchos saltos y carreras.
- Corriendo en superficies duras.
- Mala técnica deportiva.
- Equipo deportivo inapropiado.
- Levantando pesas pesadas sin calentar adecuadamente.
- Descuidar calentar adecuadamente antes del deporte o el ejercicio.
- Esfuerzo físico extremo.
- No tomar suficiente tiempo entre sesiones.
Tratamiento:
El tratamiento en las tendinitis se diferencia en tres fases, la primera consiste en desinflamar el tendón afecto y controlar la fase aguda, esto lo conseguimos con el reposo relativo, la aplicación de hielo y el uso de medicación antiinflamatoria, preferentemente vía local dada su mayor eficacia.
La segunda fase consiste en recuperar la movilidad completa de la articulación afecta, en INVAAR te ofrecemos un servicio de rehabilitación especializado en este tipo de patologías.
Por último y no menos importante es necesario regenerar el tendón y los tejidos adyacentes afectos, para ello utilizamos el ácido hyalurónico para lubrificar y nutrir los tejidos en los casos más leves, y utilizando la terapia de regeneración articular con Factores de crecimiento (PRP) en caso en los que se requiere un nivel mayor de regeneración tisular.
