El derrame articular consiste en una acumulación intraarticular excesiva de líquido, causando dolor, hinchazón y limitación funcional, puede presentarse en cualquier articulación, pero lo más frecuente es que sea en rodilla, por tanto explicaremos el derrame basándonos el de rodilla y sabiendo que lo mismo que explicamos para ésta se puede aplicar para cualquier otra articulación.
El derrame articular siempre es síntoma de algún otro problema causal y además de tratar el derrame se debe tratar los problemas causales, por lo tanto el seguimiento en todos los casos es importantísimo.
Lo primero que tenemos que explicar es qué existen tres tipos de derrame articular:
- Derrame inflamatorio
- Derrame hemático
- Derrame infeccioso
El derrame articular en rodilla mas habitual es el inflamatorio y este derrame se produce por diversas causas que luego comentaremos, formándose una cantidad más o menos importante de líquido inflamatorio qué no tienen ninguna característica propia del líquido sinovial normal de la rodilla, pudiendo existir una mínima cantidad a llegar hasta por nuestra experiencia a más de 300 cm³
¿Que hago si tengo un derrame articular?
El derrame articular no es bueno que esté dentro de la rodilla, no solo porque ocasiona las lógicas molestias, sino porque ocasiona un deterioro del cartílago articular por dos motivos, uno sería por la no existencia del líquido sinovial de características normales y otro causado por el reblandecimiento del cartílago, ocasionando el deterioro de este.
Por tanto es preciso como primera medida evacuarlo en su totalidad, esta evacuación tiene que hacerse por parte de un especialista con la debida asepsia, siempre acompañarlo de un antiinflamatorio local recomendando también la aplicación de ácido hyalurónico para nutrir al cartílago articular y literalmente engrasarlo tras la evacuación. Después de esto hay que mantener reposo, acompañado de una rodillera moderadamente comprensiva y aplicación de hielo cinco veces al día durante 10 minutos.
Se debe revisar el estado de la rodilla a la semana y se queda restos de líquido proceder de la misma forma, una labor que debe acompañar a lo anterior es establecer la causa de dicho derrame y en relación a esto actuar sobre la causa primaria. Las causas de derrame articular inflamatorio más frecuentes son:
- Un simple traumatismo por golpe o torsión de la rodilla sin llegar a producir una lesión orgánica, es decir, solo inflamación.
- Una lesión meniscal, que debe ser tratada siempre conservadoramente.
- Artrosis, en este caso hay que tratar las causas mecánicas y biológicas ,pudiendo tratarlo de forma bioregenerativa con compensación de los factores mecánicos, en INVAAR recomendamos el Estudio biomecánico ARTROMART System tratamiento de fondo antiinflamatorio utilización de ácido hyalurónico, Factores de crecimiento (PRP) o Terapia con células madre.
- Lesiones de ligamentos sin rotura, que se trataría también conservadoramente haciendo un tratamiento parecido al de la artrosis pero lógicamente de mucha menos duración.
- Otras causas mucha menos frecuentes
Otro derrame que podemos tener es el hemático, en este caso en vez de existir líquido inflamatorio se observa sangre intraarticular, consecuencia básicamente de tres posibilidades:
- Rotura del ligamento cruzado anterior o posterior segunda
- Fractura de una meseta tibial
- Sinovitis villonodular
En todos estos casos hay que hacer una valoración adecuada y siempre un tratamiento bioregenerativo sin cirugía con los medios ya citados en la artrosis reservando la acción quirúrgica para casos muy concretos.